Pese a que ya lleva tiempo en servicio, Prosegur Crypto todavía no es tan conocido como debería, razón por la que me parece interesante dedicar una publicación a explicar qué es lo que ofrece este servicio y las razones por las que puede resultar muy interesante, especialmente a medida que vayan proliferando los servicios de pago basados en criptomonedas y, con los mismos, la cantidad de empresas que tengan que gestionar sus propias carteras de criptoactivos.
Recordemos que una de las piedras del camino, y además recurrentes, en relación con los criptoactivos es la de la seguridad. Desde servicios con una implementación muy deficiente de la misma (como vimos, por ejemplo, en el caso de Axie Infinity, cuya red Ronin contaba con tan solo nueve validadores, y que le costó al juego un robo de más de 600 millones de dólares), de un ya muy abundante ecosistema de malware dirigido específicamente a los wallets de los usuarios y, aunque en menor medida, también casos como el del usuario que se deshizo accidentalmente de un disco duro con una wallet en la que almacenaba 7.500 bitcoins, o los múltiples casos de usuarios que han olvidado las claves de sus billeteras.
La guarda y custodia de las billeteras se ha convertido, por lo tanto, en un factor crítico para cualquier poseedor de criptoactivos, pues son muchas las cosas que pueden salir mal y, en tal caso, dado que hablamos de activos digitales, pues pueden irse mucho más rápido de lo que llegaron, con todos los problemas que esto conlleva. Y según no pocos analistas especializados en ciberseguridad, la situación no hará más que empeorar durante los próximos años, a medida que se extienda el uso de las billeteras.
En este contexto, la más que conocida compañía Prosegur, lanzó hace ya algún tiempo Prosegur Crypto, una propuesta de seguridad integral que se adapta a las necesidades de empresas e instituciones, proporcionando un modelo de seguridad holística que, además, se adapta a las necesidades propias de este tipo de entidades y a las múltiples regulaciones tanto externas como internas, determinadas por el marco legal y por sus propias políticas de compliance.
Un punto clave de la seguridad de este servicio es que opera siempre en frío o, como dice la propia compañía al respecto, «No se conecta nunca a internet gracias a un modelo de cifrado patentado«. De este modo, como ya podrás suponer, desaparecen la inmensa mayoría de las amenazas que comprometen la seguridad de los criptoactivos, al llevar el modelo de las billeteras frías, ya por sí muy seguro, a un nuevo nivel.
¿Y cómo es esto posible? Pues según podemos leer en la información de Prosegur Crypto, todas las transacciones se generan en modo offline y posteriormente son ejecutadas desde una instancia distinta de aquella que sí que tiene acceso directo al almacén. Así, aunque se estén realizando operaciones con los activos almacenados en la misma, en realidad la billetera nunca llega a estar conectada a Internet. Algo que, personalmente, me parece una medida de seguridad excepcional.
Esta seguridad se complementa con otras muchas medidas, que van desde el propio emplazamiento físico de los sistemas que gestionan el servicio, un espacio no identificado y fuertemente protegido, hasta el uso de múltiples sistemas de seguridad para asegurar que no se producen accesos lógicos ilegítimos a los bienes custodiados en este espacio seguro. En conjunto, podemos afirmar que nos encontramos ante una de las soluciones más seguras para la protección de criptoactivos y, por lo tanto, a una opción más que recomendable para todo tipo de entidades que trabajen con los mismos.
