Nunca es buen momento para las malas noticias, pero está claro que algunos pueden ser peores que otros, y tal podría ser este caso, de confirmarse la cruda afirmación de John Reed Stark. Llueve sobre mojado, un jarro de agua fría… en fin, hay muchas expresiones populares para calificar esta acusación, que podría tener efectos devastadores de confirmarse, ya que salpicaría de pleno al ecosistema de las stablecoins, consideradas por muchos como un refugio y como la herramienta que puede marcar la diferencia en lo referido a una mayor adopción de las criptomonedas por parte del común de los mortales.
Y es que debemos recordar que, a diferencia del resto de las criptomonedas, las stablecoins no están sujetas a la fluctuación de su valor. En su lugar, cuentan con un valor de referencia, que es el de una divisa (principalmente el dólar, pero empiezan a aparecer algunas basadas en otras monedas). De este modo si un inversor compra 100 dólares en una stablecoin, el valor de su inversión seguirá siendo el mismo con el paso del tiempo: 100 dólares. Y sí, no se me olvida que la inflación deprecia el valor de la moneda, que si la stablecoin es comprada con otra divisa distinta a la de referencia sí que se pueden producir diferencias, etcétera, pero todo esto es algo conocido, controlado y limitado, en contraposición a la eterna y desmesurada fluctuación de las criptomonedas no referenciadas.
Para que una stablecoin sea fiable, su responsable debe contar con un depósito que garantice su valor. Es muy sencillo, si una empresa emite, pongamos, diez millones de stablecoins basadas en el dólar, necesariamente deberá contar con unas reservas de, como mínimo, diez millones de dólares. Esto resulta clave para que los usuarios confíen en este tipo de activo digital estable, y para que sea el tipo de moneda con las que bastantes administraciones públicas se plantean dar el salto a la economía Web3. Y es por eso que un problema en cualquiera de ellas, puede afectar sustancialmente al resto.
Wow, tell us Tether is running a Ponzi scheme without telling us that Tether is running a Ponzi scheme. Just listen to his answers. IMHO, as a former SEC enforcement official of 18 yrs, the evasion/deflection/lack of responsiveness makes me believe Tether is a house of cards. https://t.co/smBHui1Djv
— John Reed Stark (@JohnReedStark) December 2, 2022
Y como decía antes, esto es lo que puede ocurrir si se confirman la acusación a Tether formulada por John Reed Stark, exfuncionario de la SEC estadounidense y que actualmente preside una consultora legal sobre de activos digitales. Como puedes ver en el tweet, no se anda con paños calientes, en su lugar no duda en disparar a bocajarro, poniendo a Tether (tanto empresa como stablecoin) bajo el foco, al acusarla de haber lanzado más tethers (USDT) de los que puede respaldar con sus reservas, lo que significaría que la compañía está ejecutando un esquema Ponzi (estafa piramidal).
No es la primera vez que Stark se pronuncia en contra de Tether y, por extensión, también de otras stablecoins, basta con dar un repaso a su cuenta de Twitter para comprobar que sus sospechas con respecto a esta criptomoneda vienen de lejos, y que sin duda encuentran refuerzo en que la compañía recibiera, el pasado mes de septiembre, una orden judicial que exigía documentar en profusión el respaldo de USTD.
Recordemos que Tether es la stablecoin con la mayor capitalización de mercado, con una reservas que deberían alcanzar los 65.000 millones de dólares, justo por detrás de Bitcoin y Ethereum, lo que la sitúa en el tercer puesto del ranking global de criptomonedas. El control de emisión, así como las reservas de USDT, están controlados por la empresa Tether que forma parte, a su vez, de iFinex. Así, de confirmarse las acusaciones de Stark, nos podríamos enfrentar a una nueva crisis cuando aún resuenan con fuerza los ecos de las caídas de FTX y de Terra.
