Nueva York se ha convertido en el primer estado en promulgar una prohibición temporal sobre las nuevas autorizaciones de minería de criptomonedas en plantas reconvertidas de generación de electricidad mediante el quemado de combustibles fósiles. Es un paso que aborda directamente las preocupaciones sobre esta actividad, que consume gran cantidad de energía.
La prohibición, firmada según el New York Times por la Gobernadora del estado, Kathy Hochul, ha sido el último palo para el sector de las criptomonedas, que lleva un mes complicado, y que había hecho lobby para oponerse a ella, pero no ha podido con el apoyo a la prohibición de una coalición de legisladores y activistas medioambientales que se oponían a la actividad.
En concreto, la moratoria se impondrá a las empresas de criptominado que quieran conseguir permisos para actualizar algunas de las plantas de combustible fósil más antiguas y contaminantes del estado y convertirlas en centros de operaciones de minado. Además, requerirá que Nueva York estudie el impacto del sector en los esfuerzos del estado para reducir sus emisiones de gas de efecto invernadero.
Este paso dado en Nueva York varios meses después de que otros estados hayan adoptado políticas más amigables con el sector, que llegan incluso a ofrecer incentivos en materia de impuestos para atraer operaciones de criptominado después de que China las prohibiese el año pasado.
Nueva York no prohibe otras operaciones de criptominado
Hochul llevaba varios meses sin hacer comentarios sobre si apoyaba la moratoria o no, señalando que su oficina estaba revisando la legislación y que valoraba las preocupaciones por el freno a la actividad económica en la región que podía conllevar la moratoria. Este veto contaba con una oposición muy sólida por varios grupos de criptomonedas del sector, que hacían lobby a la oficina del gobernador. Entre las preocupaciones de estos grupos está el hecho de que otros estados puedan seguir a nueva York e imponer moratorias también en sus territorios.
En un comunicado que explica su apoyo a la moratoria, Hochul ha señalado que como la primera gobernadora de la zona norte del estado en casi un siglo, reconocía «la importancia de crear oportunidad económica en comunidades que se han quedado atrás«. Pero ha dicho que la moratoria «es un paso clave para Nueva York en su trabajo para abordar la crisis climática global«.
Mientras tanto, la Cámara de comercio digital, un grupo a favor de los criptoactivos, ha denunciado que la moratoria señala de manera injusta al sector de las criptomonedas, señalando que «hasta ahora, no hay ningún otro sector al que se le haya dejado a un lado de esta manera por su consumo de energía. Decidir quién puede o no utilizar energía es un precedente peligroso«.
Los que apoyan la moratoria han subrayado que la legislación no impactará en las instalaciones de minería que ya están en funcionamiento. Tampoco supone la detención o la prohibición de todas las actividades de criptominado en el estado. Solo se aplica a las que buscan permisos para reconvertir plantas de combustibles fósiles, y no afecta a las que se conectan directamente a la red eléctrica o usan fuentes de energía renovables. También han celebrado su aprobación, y consideran que da esperanza de que otros estados que estén valorando aprobar regulacipones para el sector puedan seguir la senda que ha iniciado Nueva York.